“EL Dios que adoramos en la cruz es el mismo que está presente y vivo al interior y en lo más profundo de toda persona que es despreciada, golpeada, humillada. Y es ahí donde lo debemos encontrar. Aquel a quien nosotros le oramos, está ahí presente en el sufrimiento de nuestros hermanos y en el nuestro y es ahí donde le tenemos que encontrar. Si! Cuando nos acercamos a la humanidad en lo que tiene de más pobre, de más despojado, de más destruido, es cuando estamos más cerca del que se ha hecho el Hermano de todos. Ese momento es a Jesús a quien encontramos, sin saberlo. Es ese el lugar de la “cita con el Dios de Jesús” Cada vez que una nosotros estamos amenazados de perder nuestra condición de persona, Jesús está ahí y es en esa persona donde hacemos el encuentro con Jesús.” Guy Lafon.
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