El fruto del Espíritu es alegría y libertad.
El fruto del Espíritu es fe y conocimiento.
El fruto del Espíritu es dominio de sí y santificación.
Alejemos las obras de la carne: enemistades,
luchas, celos, querellas y discusiones.
El fruto del Espíritu es bondad y generosidad.
Estemos dispuestos a perdonar, amables y misericordiosos,
lentos a la cólera y llenos de amor.
El fruto del Espíritu es dulzura y fuerza.
Seamos fuertes y rotundos al afirmar nuestra esperanza.
El fruto del Espíritu es paciencia y esperanza.
El fruto del Espíritu es justicia y paz.
El fruto del Espíritu es amor y unidad.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario